Málaga. 20 de mayo del
2.012
Emocionado por lo sentido
te llamé ¡poetisa!
y me reprendiste por usar la palabra maldita.
Entonces te llame ¡poeta!
y su efecto se perdió,
porque estabas en otras cosas.
Me pasó como cuando llamas ¡guapa!
a la hermosa mujer que ya se ha ido.
©Bernardo Iribarnegaray
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