Málaga, 11 de mayo del 2.012
Tanto gocé contigo,
tanto y tanto me confié,
que un día te perdí.
Al principio te desprecié.
Al poco te eché en falta,
para acabar enloqueciendo.
Es más facil conservar el dolor de la ausencia,
que mantener viva, del placer, la alegría.
©Bernardo Iribarnegaray
=) no se puede ni añadir ni eludir nada. una reflexión redonda y completa. gracias.
ResponderEliminarGracias Julia. Yo echo en falta un: no se puede ser tan tonto...
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