lunes, 22 de julio de 2013

La virgen del caño santo





Esta es la historia de una virgen aparecida. Pero no de la aparición de una virgen, como las de las vírgenes serias, no.

Las vírgenes serias vienen a la tierra, no como una mujer normal, sino con un halo de misterio. Envueltas en nubes y luces cegadoras. Hábitos inmaculados. Flotando a baja altura o sobre la rama de un árbol. Solo las puede ver una persona, o tres como máximo. Y estas personas son humildes, puras y castas.

A estas vírgenes aparecidas, con el tiempo, les hacen una hermosa imagen, un hogar de lujo, con piscina para que se bañen los minusválidos y les dan una cuenta corriente o libreta de ahorro.

En el caso que me ocupa, de la "virgen del caño santo", de Alcalá del Valle,  unas personas, no se si espeleólogos, se encontraron una talla, con aspecto de virgen y como estaba al lado de un caño de agua, le bautizaron como del "caño santo". Y como era de madera le agregaron lo de virgen, por razones obvias.

Esto paso hace 500 años, en un paraje de difícil acceso y perteneciente a Alcalá del Valle, pueblo de muy poca entidad. 

El suceso se conoció en toda la región, como si ya hubiese  redes sociales. Empezaron a recibir peregrinos y minusválidos, en busca de milagros divinos. Los tour operadores de la época también se interesaron por el tema y convencieron a los Franciscanos para que levantasen un convento en el paraje, con la garantía de que la Junta se haría cargo de las infraestructuras y de la construcción de un hotel anexo, como así fue, aunque nunca se inauguro.

Un día los de el pueblo de al lado, Cañete la Real, de muchísima más entidad que Alcalá del Valle, en un descuido, se llevaron la imagen a su pueblo y con la imagen los peregrinos y sus dineros.

Otro día, creo que en otro siglo, los de Alcalá del Valle recuperaron la imagen. Y al siglo siguiente los de Cañete se la volvieron a llevar.

Así estuvieron hasta que llego Eladio y se caso con una del pueblo. Como era experto en microbiología, certificó que El Caño Santo estaba contaminado y dejo a la virgen en cuarentena en Cañete. Luego a su cuñada, una renombrada ceramista, le encargó que hiciese un mural con apariencia de una antigüedad de 500 años, lo cual  demostró que la imagen siempre había estado allí, salvo las épocas que estuvo retenida, contra su voluntad, en Alcalá del Valle.

Ante esta historia real y el rumor de que El Cid Campeador fue quien la llevo hasta allí, el Papa alemán, Razinger Z, declaro el 2012 como año jubileo en Cañete la Real.














Convento y hotel de Alcalá del Valle, por haberse quedado el pueblo sin virgen o vírgenes.

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