viernes, 12 de julio de 2013

San Fermines




Estoy rabioso porque no recuerdo la primera vez que fui a Pamplona por San Fermín. No se si fue hace cuarenta y siete o cuantos años. La primera vez fui con mi hermano, que curiosamente  iba a trabajar y aproveche que podía dormir en el piso que IBM tenía para sus empleados. La segunda fui solo y no dormí en ningún sitio o mejor dicho di cabezadas en todas partes.

Me enrolle con una chica superfea pensando que era de Pamplona y que podría dormir en su casa. Después de varias horas de compañía y de pagar sus copas, que por cierto era una esponja, me entere que era de Estella y que no tenía casa. En cuanto se fue al retrete desaparecí... Pero la muy jodida me debía haber puesto un chip, porque me localizaba constantemente. Una de las veces me dijo: "me esquivas igual que lo hacías en Estella, cuando estabas en la mili". ¡Coño! la muy jodida me conocía y se lo había guardado para poder llevar a cabo su venganza.

Me la quede mirando fijamente, dejando que mi mente se abriese paso entre la nebulosa alcohólica. Y la vi en un bar, al que iba habitualmente en mi época de mili. Me di la vuelta y me eche a correr. Como soy un hijoputa me reí a morir, yo solo, mientras me largaba.

Desde entonces todas las mañanas me levanto a las siete cuarenta y cinco para ver los San Fermines en la tele. Creo que me he perdido muy pocos en todos estos años. Ahora después de verlos me vuelvo a dormir un buen rato.

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