Mis primeras torrijas no serán las últimas. No hemos puesto, mi mujer y yo, manos a la obra y hemos hecho una obra de arte. Porque en una cocina, una obra de arte, es la que hace que se te salten las lágrimas, cuando pruebas lo que estas haciendo, y yo lo he hecho recién sacada de la sartén, quemándome primero las yemas de los dedos y después la boca, pero suavemente, porque aspiraba aire ensalivado, como hacen los moros cuando toman té y así se enfría rápido.
Después sigues cocinando la obra de arte, y sabes que lo es porque empiezas a producir un exceso de ácidos, hasta el punto que notas una cierta acidez. Esta acidez aumenta cuando, para probar, o seguir probando, te tomas tres o cuatro.
Últimamente he comprado torrijas en varios sitios y las únicas buenas, excelentes, han sido las de la Pastelería Daza. Por eso desde hace unos días, habíamos decidido aprender a hacer torrijas.
Hoy nos hemos hecho aficionados y espero que la próxima vez nos hagamos maestros torrijeros.
Esta foto es un intento de alardear de hacer un macro con dos tubos de extensión en un Canon 75-300 a 50cm del objeto.
Estas torrijas son las últimas que hemos hecho con pan de Mercadona. Es un poco basto y hemos cometido el error de no escurrir el aceite, al sacarlo de la sartén y echarlo directamente al azucar.
Estas son magistrales, porque el pan nos lo ha proporcionado una gran profesional y el resultado tiene la misma textura que una crema pastelera.
Buenos días Señor. Bienvenido al club de las torrijas. Un día debemos de organizar en el grupo una jornada torrijera y debatir sobre el producto que se degusta. Las siguientes seducirán aún más el paladar de tu mujer y el tuyo propio. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenos días Señor:
EliminarLa grandeza de un teclado reside en la posibilidad de desayunar con torrijas, mientras lees y escribes, ya que si tienes las yemas enceitadas y con azúcar, luego le das la vuelta y sacas las mijillas y el aceite lo eliminas con un trapo. No como antes que una vez pringado el papel, no había dios que lo disimulase.
Resulta que las torrijas recién hechas son buenas, pero a la mañana siguiente son de escándalo.Te puedes comer 4 y decir basta, porque te quedas como un rey o un presidente de comunidad autónoma.