Málaga, Septiembre del 2.012
Cuando uno se hace viejo y no lo acepta,
porque uno no piensa como un viejo.
Cuando uno se hace viejo y tiene fuerzas
para seguir viviendo, e ilusiones
para con todo seguir ilusionado,
a pesar de todo, la vida es una felicidad.
Pero cuando uno se hace viejo y no lo acepta
y además te duele la cadera y te dicen:
"tienes artrosis, ¡jodete!"
y luego te duele la rodilla y te dicen:
"tienes artrosis, ¡jodete!"
Después es un ojo y luego el otro.
Más tarde una hernia y al final
te ves en una foto viejo, muy viejo...
Y no puedes dormir y el lexatin
te deja sin fuerzas y el motivan
te deja sin vida...
¿Será posible obtener placer de la depresión?
Me gustaría ver como crecen monstruos informes
en el techo de mi cama, y como se acercan
a través de las paredes, para poseerme.
Pero eso ya lo hizo Kafka en mi juventud,
ahora no soy tan lerdo.
Si por lo menos pudiese fotografiar
la vida que me rodea, la vida de los demás...
©Bernardo Iribarnegaray
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